miércoles, 20 de noviembre de 2013

Fragmento del libro "El viaje a ninguna parte" - Fernando Fernán Gómez



"– ¡Bandoleros de hoy! ¡Cientoveintiocho, primera!

– ¡Acción!

Mi padre comenzó a hablar. Yo ya le había oído hablar muchas veces de aquella manera. Sobre todo en los pocos dramas que llevábamos de repertorio. Nunca me había parecido mal, ni siquiera extraño. Pero allí, en la plaza, sin público, delante de la cámara, al oírle empezó a entrarme cierto temor. Aquella voz profunda, cavernosa, alternando con otra muy aguda con la que pronunciaba sólo alguna palabra… Aquella solemnidad, aquel énfasis…

No había concluido la primera frase, cuando gritó el director:

– ¡Corten! Le dije a usted antes, en el ensayo, que hablara más bajo, que no lo dijera todo a voces.

– Sí, señor; sí, señor.

– Vamos. Otra. ¡Motor!

– Rueda — repitió su anuncio el de la claqueta y pidió de nuevo acción el director.

José Suárez dijo su frase:

– “Buenos días, Jesús.”

Mi padre le repondió, interpretando su papel casi igual que la vez anterior.

– “Estaba deseando que viniera usted por acá –comenzó con una voz profunda, subterránea, que iba ascendiendo poco a poco para acabar en una especie de chillido histérico al decir: –¡señorito!… para decirle… una cosa un tanto… ¡delicá! — A partir de aquí se desmelenó…– El Blas… ¡¡es una mala persona!! –Atronó la plaza con sus gritos– ¡¡En esta casa no hay sitio!!…–hizo una pausa en la que nos tuvo a todos con el alma en un hilo, y remató sumergiéndose de nuevo en el averno–: ¡para los dos! O él… ¡¡O YO!!”

El director se había levantado de su silla, miraba a un lado y a otro, manoteaba, indignado, rugiendo:

– Pero, ¿¡de dónde habéis sacado a ese monstruo!? ¡Corten!

El ayudante de dirección se acercó a él y le informó en voz  baja:

– Es un actor que estaba trabajando aquí y que…

– ¡Vete a la mierda, joder! — y se volvió hacia mi padre–. ¿No puede usted hablar seguidito?

Aturdido, tembloroso, contestó mi padre:

– Yo pensé que como la situación era dramática…"

Así fue como la imaginó Fernando Fernán Gómez en el libro que después se convertiría en película, donde curiosamente la escena es aun mejor. Os dejo el video:


!Señoriiiiito!

Isadora Duncan.- mis maestros



"Me dedicaba a leer todo lo que se había escrito en el mundo sobre el arte de la danza, desde los primeros egipcios hasta el día, y tomaba nota especial de todo lo que iba leyendo; pero cuando hube terminado esta tarea colosal, comprobé que los únicos maestros de baile que yo podía tener eran Jean Jacques Rousseau "Emilio", Walt Whitman y Nietzsche."

(Isadora Duncan) 

ANAIS NIN.- SOBRE ANTONIN ARTAUD (DIARIO)



Sabía que Artaud era un hombre enloquecido, enfermo, atormentado, y me interesaba, pero no humanamente. Y él, tan mórbido e hipersensible, también quería el trofeo que sabía que Allendy, Henry y Eduardo pretenden, y lo quería por entero... no sé por qué. Sentados en el Café La Coupole, nos besamos, e intenté demostrarle que era sincera, que soy un ser dividido, que esto no era un juego, sino una tragedia, porque yo no podía amar imaginativa y humanamente al mismo tiempo. Y, lentamente, la historia de mi propia "locura", tan parecida a la suya, lo conmovió, porque los seres humanos le parecen espectrales y duda de la vida, la teme. Dijo que amaba mi manera de deslizarme, mi vivacidad, mi vibración... que yo era la serpiente emplumada... serpiente y pájaro...


(...)Ahora sé que una y otra vez, incesantemente, voy a parar a este callejón sin salida, para encontrarme con el mismo resultado, la posesión física. Y que no me interesa la posesión física, sino el juego, como un Don Juan, el juego de la seducción, del enloquecimiento, de poseer a los hombres no sólo físicamente, sino también espiritualmente. Exijo más que las putas.


Hoy me sentí diabólicamente complacida cuando Artaud me dijo: "He adivinado que Allendy te ama, pero ¿lo amas tú?" no quise contestarle. Definitivamente hoy me sentí clasificada, categorizada como una especie de seductora que pocas veces se encuentra. Juego no únicamente con el sexo, sino con las almas, con las imaginaciones. La puta es una puta honrada. Seduzco los cuerpos y las almas de los hombres y juego con cosas serias y sagradas. Como Henry dijo una vez, amo el sacrilegio. Soy un tipo de hechicera. Los hombres de vida seria y profunda, que no son capturados por la puta, los hombres que menos se someten a la voluntad de la mujer, son los hombres que poseo. Soy un veneno que no sólo hace efecto en la carne, sino en manantiales más profundos. Vi a Artaud prisionero de la sacerdotisa inca, de la serpiente emplumada, del plumaje y la fluidez, de la astucia y el encanto. "Tan suave y tan frágil", dijo, y me miró con ojos absolutamente enloquecidos. "La gente cree que estoy loco". Y supe aquel momento, mirando sus ojos, que lo estaba y que yo amaba su locura.

(Anais Nin.- Incesto)

Paul Auster.- Crisis




"Creo que el mundo está lleno de historias, que nuestras vidas están llenas de historias, pero que sólo en determinados momentos somos capaces de verlas o entenderlas. Hay que estar dispuesto a hallar el sentido de lo que te está ocurriendo. Casi todos nosotros, yo mismo incluido, vamos por la vida sin prestar mucha atención. De pronto ocurre una crisis, y nos cuestionamos todo lo que nos rodea, y en ese momento dejamos de pisar terreno firme. Creo que es en esos momentos que la memoria se convierte en una poderosa fuerza de nuestras vidas. Comienzas a explorar el pasado, e invariablemente te encuentras con una nueva lectura de ese pasado, lo entiendes de una manera nueva, y por ello eres capaz de enfrentarte al presente de una manera nueva".

Marcel Proust por él mismo (Citas):

Marcel Proust - 1871-1922 - Escritor frances autor de títulos como la serie "En busca
del tiempo perdido" o "Los placeres y los días"


"Sólo se ama lo que no se posee totalmente."

"El deseo florece; la posesión lo marchita todo."

"En cuanto somos desdichados, nos volvemos morales" A la sombra de las muchachas en flor.

"La felicidad es saludable para el cuerpo, pero es la pena la que desarrolla las fuerzas del espíritu."

"Nuestro corazón tiene la edad de aquellos que ama."

"A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear."

"A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas."

"Allí donde la vida levanta muros, la inteligencia abre una salida."

"Cada lector se encuentra a sí mismo. El trabajo del escritor es simplemente una clase de instrumento óptico que permite al lector discernir sobre algo propio que, sin el libro, quizá nunca hubiese advertido."

"Ciertos recuerdos son como amigos comunes, saben hacer reconciliaciones."

"Como todo el que no está enamorado, él piensa que se puede elegir a la persona amada en base a interminables deliberaciones sobre sus ventajas e inconvenientes."

"Con la conservación de energía que posee todo lo físico, el sufrimiento ni siquiera necesita las lecciones de la memoria: así, un hombre que ha olvidado las hermosas noches que pasó al claro de luna en el bosque, todavía sufre del reumatismo que cogió en él."

"El afortunado hallazgo de un solo libro puede haber cambiado el destino de un hombre."

"El amor es el espacio y el tiempo medido por el corazón."

"El amor es una enfermedad inevitable, dolorosa y fortuita."

"El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir."

"El enamorado celoso soporta mejor la enfermedad de su amante que su libertad."

"El instinto dicta el deber y la inteligencia da pretextos para eludirlo."

"El plagio humano del que resulta más difícil escapar, para los individuos (e incluso los pueblos que perseveran en sus faltas y van agravándolas), es el de uno mismo." Albertine desaparecida (1925).

"El pueblo se inquieta al ver llorar, como si un sollozo fuera más grave que una hemorragia."

"El único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos."

"En el sacerdote, como en el alienista, siempre hay algo de juez de instrucción."

"La ambición embriaga más que la gloria."

"La gente desea aprender a nadar y al mismo tiempo mantener un pie en tierra."

"La gente desea aprender a nadar y al mismo tiempo mantener un pie en tierra."

"La ambición embriaga más que la gloria."

"La felicidad en el amor no es un estado normal."

"Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor."

"Los días pueden ser iguales para un reloj, pero no para un hombre."

"Los grandes señores son casi las únicas personas de las que se puede aprender tanto como de los campesinos; su conversación está adornada con todo lo que se refiere a la tierra, las mansiones tal como se habitaban antaño, los usos antiguos, todo lo que el mundo del dinero ignora profundamente."

"Los recuerdos comunes son a veces los más pacificadores."

"Los vínculos que nos unen a una persona resultan santificados cuando se pone en el mismo punto de vista que nosotros para juzgar una de nuestras tareas." A la sombra de las muchachas en flor (1919).

"Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor."

"Mentimos toda la vida incluso -o sobre todo o tal vez sólo- a quienes nos aman." Albertine desaparecida (1925).

"No hay vicios que no encuentren entre la alta sociedad apoyos complacientes, y se ha visto trastornar la distribución de un castillo para hacer que una hermana durmiera cerca de su hermana cuando se ha sabido que no la amaba sólo como hermana."

"Nuestros deseos se ponen trabas mutuamente y en la confusión de la vida raras veces una dicha corresponde exactamente a aquel que la había reclamado." A la sombra de las muchachas en flor (1919).

"Para el beso, la nariz y los ojos están tan mal colocados como mal hechos los labios."

"Para figurarse una situación desconocida, la imaginación toma prestados elementos conocidos y a causa de ello no se la figura. Pero la sensibilidad, aún la más física, recibe, como un reguero de pólvora, la firma original y por mucho tiempo indeleble del nuevo acontecimiento."

"Por muy bien hechos que estén los puntos de sutura, se vive con dificultad cuando nuestras vísceras han sido substituidas por la añoranza de una persona; parece que ésta ocupara más lugar que aquéllas, la sentimos continuamente, y además ¡qué ambigüedad verse obligado a pensar una parte del propio cuerpo!"

"Resulta asombrosa la poca imaginación de los celos, que pasan el tiempo haciendo suposiciones falsas, cuando de lo que se trata es de descubrir la verdad." Albertine desaparecida (1925).

"Se ha llegado a decir que la más alta alabanza de Dios está en la negación del ateo, que encuentra la Creación lo bastante perfecta como para poder prescindir de un Creador."

"Seamos agradecidos con las personas que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma."

"Siempre hablamos de defectos análogos a los que tenemos, como si fuera una manera desviada de hablar de nosotros, que une al placer de absolvemos el de confesar."

"Somos sanados del sufrimiento solamente cuando lo experimentamos a fondo."

"Tal como un hombre inteligente no teme parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres cuartas partes de los alardes de ingenio y mentiras vanidosas que los hombres han prodigado, rebajándose, desde que el mundo es mundo, iban dirigidas a inferiores."

"Tal vez la inmovilidad de las cosas a nuestro alrededor les viene impuesta por nuestra certeza de que son ellas y no otras, por la inmovilidad de nuestro pensamiento frente a ellas."

"Trabajamos siempre para dar forma a nuestra vida, pero copiando sin querer, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquélla que nos agradaría ser."

"Un artista no tiene necesidad de expresar directamente su pensamiento en la obra para que ésta refleje la calidad de aquél."

"Un hombre honesto debe obtener la estima pública sin haberlo previsto, y por así decirlo, a pesar suyo. Quien se dedica a buscarla revela su estatura."

"Una obra de arte que encierre teorías es como un objeto sobre el que se ha dejado la etiqueta del precio."

"Vale más soñar la propia vida que vivirla, aunque vivirla es también soñarla."