sábado, 31 de mayo de 2014

Gioconda Belli.- Reglas de Juego (Para los hombres que quieran amar a mujeres)





El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

II

El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
conque yo estaré al lado suyo.

III

El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV

El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V

El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

VI

El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII

Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

VIII

El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX

El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.

X

El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

XI

El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.
 
Imagen: Bernini.- Plutón y Proserpina 

Louis Armstrong y su "Tango Connection"


El jazz es sin duda un género muy particular y a veces camaleónico, capaz de adaptarse a cualquier estilo sin perder un ápice de su propia esencia. Hoy nos queríamos parar en las soberbias adaptaciones que hace el genial Satchmo de dos famosos tangos: "Adiós muchachos", que pasa a ser "I get ideas" y "El choclo" que se transmuta en "Kiss of fire". Las adaptaciones son de tal calidad, que siendo conscientes de que el tango original esta allí presente y es perfectamente reconocible, las piezas nos suenan a puro jazz. Algo parecido consiguió, el bueno de Louis Armstrong" con las canciones de Disney, pero como se prometía al final de cada cuento de "Las mil y una noches" esa es una historia que contaremos en otro momento.



"I get ideas" - "Adios Muchachos"



"Kiss of fire" - "El choclo"



jueves, 29 de mayo de 2014

Fragmentos de "A sangre y fuego" - Manuel Chaves Nogales


Bombardeos sobre Bilbao - 1937 - Robert Capa

"Al sol de la mañana la bomba de aviación que cae es una pompita de jabón que en un instante raya el cielo azul de arriba abajo. Vibra al sentirse herido el gran diapasón del espacio y, luego, si se está cerca, se sufre en las entrañas un tirón de descuaje como si le rebanasen a uno por dentro y le quisieren volcar fuera. El estómago, que sube a la boca, y el tímpano, demasiado sensible para tan gran ruido, son los que más agudamente protestan. Esto es todo. Mientras, el pajarito niquelado que ha puesto en medio del cielo su huevecillo brillante y fugaz como una centella, remonta el vuelo y pronto no es más que un punto perdido en la distancia." (del cuento "Massacre, Massacre·) 



"En el breve intervalo que solía haber entre el toque corto de alarma y los tres largos toques que señalaban la presencia del peligro, los chicos, que conocían ya de sobra el camino del refugio, atravesaban la calle en dos saltos y se metían bulliciosos en el sótano, contentos de encontrarse de nuevo reunidos con los demás chicos de la vecindad en aquel estrecho recinto que tenía para sus imaginaciones infantiles el prestigio de un misterioso subterráneo de algún palacio encantado. La madre, que antes de abandonar su cocina se obstinaba en dejar recogidos sus pucheros y el padre, que iba a esconderse siempre de mala gana y un poco humillado, no llegaban nunca al refugio más que cuando ya la primera explosión sacudía el ámbito de la ciudad e iba retumbando de montaña en montaña con pavoroso estruendo." (del cuento "Al refugio")



Bombardeos sobre Lleida - 1937 -
Agustí Centelles
"- Lo de Sanbrian fue tal y como usted, señor Tirón, lo ha contado. Yo estuve allá. Y si no fue así, tendrá que venir algún vecino del pueblo a rectificarnos. Pero este usted tranquilo, señor Tirón. Para eso nos tomamos nosotros el trabajo de que no quedase ni uno solo que pudiese contarlo.
            Tirón, que sabía a qué atenerse respecto de la verdad histórica y la verdad verdadera, sofisticaba:
          - El hecho en sí poco o nada importa. A la historia lo que le interesa es su sentido, la significación histórica que pueda tener, y esa no se la dan nunca los mismos protagonistas, sino los que inmediatamente después de ellos nos afanamos por interpretarlo.
         - Es decir: que me va usted a contar a mí, que estuve allí, lo que paso en Sanbrian? - salto Paco Citröen.
           - Y tú, Paco, reconocerás que aquello fue tal y como yo lo cuento y no como tú, aturdidamente, hubieras creído. Tú estuviste allí, pero para enterarte de lo que paso te faltaba perspectiva histórica.
Paco iba a decir una grosería. Pero se calló." (del cuento "¡Viva la Muerte¡")



"A sangre y fuego (Héroes, bestias y mártires de España)" de Manuel Chaves Nogales es una clarividente obra sobre la Guerra Civil española que sabe guardar las distancias con los dos bandos enfrentados y refleja de una forma contundente y diáfana la realidad de una guerra en la que los dos bandos tuvieron sus claroscuros. El libro está escrito en 1937, en pleno conflicto, y logra hacer un retrato de aquella dolorosa época a través de once pequeños cuentos,  que llenos de agilidad y nervio, se acercan más a la realidad de aquellos días que muchos de los sesudos libros que han llegado después. Su imparcialidad le lleva al autor a afirmar que a causa de este texto era perfectamente fusilable por cualquiera de los dos bandos.
    Manuel Chaves Nogales (1897-1944) fue un grandioso periodista sevillano que hasta hace no muchos años estaba relegado al limbo del olvido y que por fortuna ha sido merecidamente rescatado. Hay quien mantiene que si hubiese escrito en inglés ahora sería considerado como uno de los padres de lo que se ha denominado "nuevo periodismo", y equiparable a las figuras de Truman Capote o Tom Wolfe.


       Como dice Antonio Muñoz Molina en la contraportada del libro: "Chaves Nogales es el hombre justo que no se casa con nadie porque su compasión y su solidaridad están del lado de las personas que sufren".

Un libro altamente recomendable.

Os dejo el enlace a un interesante vídeo sobre la figura de Manuel Chaves Nogales:
http://vimeo.com/58142274

miércoles, 28 de mayo de 2014

Picasso, Gilot y los restaurantes



Para mi esta foto del gran Robert Capa es la imagen de la placentera rendición del genio a la belleza. Es una imagen preciosa que transmite una singular sensación de felicidad, sin duda un canto a la hermosura de la mujer que con una sonrisa es capaz de poner a sus pies a todo un fauno. Ella es la encantadora Françoise Gilot, la musa, que aquí parece caminar bajo un palio que es sostenido por nada menos que Pablo Picasso. Eran tiempos felices en las playas de Golfe-Juan en agosto de 1948. Fueron pareja durante 10 años y se llevaban una diferencia de 40. Entre las mujeres de Picasso, Gilot fue la única que logró sacudirse la dominación emocional que ejercía sobre ellas el pintor malagueño y llegado el momento dejarlo. Era cuestión de supervivencia. Ella misma dice al respecto:

"Soy la única mujer que dejó a Picasso, la única que no se sacrificó al monstruo sagrado. Soy la única que aún está viva para contarlo. Después de todo, mire lo que les ocurrió a las otras. Tanto Marie-Thérèse como Jacqueline se suicidaron, Olga se volvió histérica y casi loca. Dora Maar enloqueció."


Picasso y Gilot por Robert Doisneau - 1952
Un determinado día, se cansó de decir a todo que si, y se acercó a Pablo diciéndole: “Si no cambia el fondo de nuestra relación, me voy a tener que ir”. Entonces él le contestó orgullosamente: “Ah, pero nadie deja a un hombre como yo”. Y ella completó: “A partir de este momento, te doy un año”. Y como los genios no cambian, a finales de 1953 ella se fue y lo abandonó. Sobre todo este periodo es muy interesante la película "Sobrevivir a Picasso" (1996) dirigida por James Ivory y con un sensacional Anthony Hopkins dando vida a Picasso.

En una entrevista con Jane Hawley para el periódico "The Sidney Morning Herald" Françoise Gilot dejó declaraciones tan interesantes como las siguientes:

"Pablo era una persona maravillosa para estar con él, era como fuegos de artificio. Asombrosamente creativo, tan inteligente y seductor. Si estaba de humor para fascinar, era capaz de hechizar hasta a las piedras. Pero también era muy cruel, sádico y despiadado con los demás y consigo mismo. Todo debía ser como él decía. Una estaba allí a disposición de él: él no estaba a disposición de nadie. Pablo creía que era Dios, pero no era Dios ¡y eso lo irritaba! Fue el amor más grande de mi vida, pero había que tomar medidas para protegerse. Yo lo hice: me fui antes de terminar destruida. Las otras no lo hicieron, se aferraron al poderoso minotauro y pagaron un precio muy alto."

"Mi relación con Picasso fue un romance de época de guerra, las circunstancias extremas nos unieron de una manera que nunca se hubiera dado en épocas de paz -admite con franqueza-. Era la Segunda Guerra Mundial, en el París ocupado por los alemanes, una época de gran peligro y desastre absoluto. Picasso era un héroe para mi generación: había pintado Guernica y era un símbolo de resistencia contra el fascismo y el régimen de Franco. Implicaba gran coraje de su parte quedarse en París en vez de escapar a América. En cualquier momento podían arrestarlo, pero ésa era su manera de decirle no a la opresión. Varios miembros de mi familia estaban en la Resistencia, y los mataron. A mí me habían arrestado en una manifestación estudiantil y mi existencia también era precaria. Los alemanes odiaban a los estudiantes de derecho, así que yo había cambiado la abogacía por mi verdadera pasión: el arte. Todos podíamos morir mañana: eso me volvió intrépida. Conocía la reputación de Picasso con las mujeres, y sabía que irme a vivir con él podía ser una catástrofe, pero decidí que se trataba de una catástrofe que no quería perderme."

"¿Por qué siempre me contradices?". "Le contesté: Debe de ser porque tenemos un diálogo, no un monólogo. Todo el mundo te dice siempre que sí, como la corte que rodea a un rey, así que a mí me toca decir no'. Eso le gustó. Cuando todo el mundo te dice que sí, posiblemente te sientas poderoso, pero también te sientes muy solo. Yo me di cuenta de que Pablo era una figura muy solitaria." 

"Picasso siempre se sentía solo, en peligro; nadie comprendió eso. Me dijo que yo tenía una clase especial de sabiduría y de equilibrio que lo tranquilizaba, y yo creí que podía ayudarlo."

"La idea del amor de Picasso era principalmente física y posesiva, nada que ver con dar. Al mismo tiempo, su lado bueno era tan inteligente que cuando una estaba con él, escuchando sus ideas y viéndolo pintar, solía ser tan asombroso que una sentía que era testigo de un milagro. Eso era lo que daba. Si una podía apreciarlo, eso era lo que recibía de él."

Ciertamente Picasso era todo un personaje, y tiene muchísimas anécdotas. Contaré una de ellas, cambiando de tono, que servirá para hacernos una idea de cómo era la pareja a la que se enfrentaba la jovencita Gilot. 

Cierto día se encontraban en un restaurante, Picasso y su corte de amigos ilustres, entre los que se encontraban: Jean Cocteau, Guillaume Apolinaire, Juan Gris, Georges Braque, el aduanero Henri Rouseau, y el poeta y pintor Max Jacob, un grupo que era conocido como "La banda Picasso" y al que Fernando Colomo le dedico una película en 2012. Habían ya finalizado de comer y de hablar de lo divino y de lo humano, como corresponde a una reunión donde se condensa tanto talento y llegaba la hora de pagar la "dolorosa". Picasso por entonces era ya un pintor muy conocido y cotizado, incluso fuera de los círculos puramente artísticos, y todos los "cortesanos" del pintor, se hacían un tanto los remolones esperando que Picasso, que era a quien mejor le iba, se decidiera a pagar. Llegado un momento, retiró platos y cubiertos, vasos y botellas y dejó diáfano aquel blanco mantel. Tomó su pluma y sobre aquel improvisado lienzo hizo un dibujo. Tras terminarlo llamó a la dueña y le dijo mostrándole su improvisada obra, si esta serviría como pago de la comida. La señora dibujo una amplia sonrisa en la cara de satisfacción y le dijo al pintor si podría firmarlo, a lo que el pintor contestó: "Yo estoy pagando el almuerzo, no comprando el restaurante", y marcharon todos celebrando la nueva muestra del agudo ingenio de este andaluz universal.



Picasso en acción

martes, 27 de mayo de 2014

Poema "La mano de Onán se queja" y el Fauno Barberini



Yo soy el sexo de los condenados. 
No el juguete de alcoba que economiza vida. 
Yo soy la amante de los que no amaron. 
Yo soy la esposa de los miserables. 
Soy el minuto antes del suicida. 
Sola de amor, mas nunca solitaria, 
limitada de piel, saco raíces... 
Se me llenan de ángeles los dedos, 
se me llenan de sexos no tocados. 
Me parezco al silencio de los héroes. 
No trabajo con carne solamente... 
Va más allá de digital mi oficio. 
En mi labor hay un obrero alto... 
Un Quijote se ahoga entre mis dedos, 
una novia también que no se tuvo. 
Yo apenas soy violenta intermediaria, 
porque también hay verso en mis temblores, 
sonrisas que se cuajan en mi tacto, 
misas que se derriten sin iglesias, 
discursos fracasados que resbalan, 
besos que bajan desde el cráneo a un dedo, 
toda la tierra suave en un instante. 
Es mi carne que huye de mi carne; 
horizontes que saco de una gota, 
una gota que junta 
todos los ríos en mi piel, borrachos; 
un goterón que trae 
todas las aguas de un ciclón oculto, 
todas las venas que prisión dejaron 
y suben con un viento de licores 
a mojarse de abismo en cada uña, 
a sacarme la vida de mi muerte.

El poema pertenece a la colección "14 nudos de amor" (1963) del escritor dominicano Manuel del Cabral (1907-1999).

El poema es casi tan provocador como la imagen que hemos elegido para ilustrarlo, el famoso Fauno Barberini que se expone en la Gliptoteca de Munich. En realidad, la escultura, un original helenístico del siglo III a.C, realizado en mármol de Pérgamo y que supuestamente representa a un fauno adormilado por los efectos de la embriaguez, no se encontraba originalmente en una postura tan explícita. Esta supuesta ofrenda a un templo dedicado a Dionisio, fue descubierta en la primera parte del siglo XVII durante unas excavaciones realizadas en el foso del Castillo de Sant'Angelo de Roma, lugar al que se especula que llegó después de haber sido utilizada como arma arrojadiza contra los godos que sitiaban la fortaleza durante la guerra que estos mantuvieron con los romanos -según el antiguo cronista Procopio de Cesárea no fueron pocas las esculturas a las que se les dio esta impropio fin- ¡Las cosas de las guerras!

El caso es que la escultura apareció sin el brazo izquierdo y sin piernas, motivo por el cual el gran escultor Bernini se encargó de su restauración. Los estudiosos mantienen que Bernini se permitió la licencia de colocar la pierna que aparece flexionada en alto, con una inclinación muy superior a la que debería tener en el original y que dejaba más claro el estado de languidez y postración del supuesto fauno tras haberse entregado a las delicias dionisíacas del vino, y no el aparente estado orgiástico que presenta actualmente esta sensacional obra.


La fotografía está tomada de Wikimedia commons.-

lunes, 26 de mayo de 2014

El extraño fruto de Billie Holiday - "Strange Fruit" - 1939



La canción "Strange Fruit" (extraño fruto) no nació como tal, en principio fue un poema que Abel Meeropol (conocido como Lewis Allan) escribió a modo de grito, de denuncia, después de la conmoción que le supuso ver la imagen de dos hombres negros, Thomas Shipp y Abram Smith, que tras ser linchados, aparecían colgados de un árbol rodeados de una multitud de hombres blancos. Es la foto que aparece arriba y muestra una escena llena de crudeza, de odio e ignorancia, de brutalidad y soberbia. Parejas que se sujetan amorosamente las manos ante aquella "idílica" visión, alfeñiques que levantan su brazo para señalar el evento y todos sin excepción deseosos de salir en la foto ante aquellos inmóviles trofeos. He tenido la nada agradable ocasión de ver alguna vez a un hombre ahorcado, y os puedo asegurar que es la imagen más triste que uno pueda ver. Es la imagen de la rendición de un alma a la que la propia cuerda le hace agachar la cabeza. Según Meeropol, la visión de aquella imagen le persiguió durante todo el día y no le dejó dormir. El poema al que dio lugar se llamó "Southern trees bear a strange fruit" (los arboles sureños dan un extraño fruto), aunque anecdóticamente la foto fue tomada al norte, concretamente en la ciudad de Marion (Indiana).

Antes que Billie Holiday, hubo otras personas que la recitaron dándole un tono trágico y a veces grandilocuente, pero una vez que llego a la sufriente garganta de Lady Day, que tantas humillaciones había sufrido en sus propias carnes a causa del odio a los negros presente en el profundo sur, le otorgó ese desagarro que vivía en su alma e hizo de la canción un verdadero grito a las conciencias de todos, una vergonzante realidad para muchos. Tanto es así que en principio no tuvo todo el apoyo de las casas discográficas, no era puesta en la radio y era vetada por algunos promotores de conciertos, pero estaba ahí, era una canción esplendorosa y al final se tuvo que convivir con ella por muy incómoda que resultase.

Billie Holiday en el Down Beat Club de Nueva York - 1947
La primera vez que Billie canto el tema como parte de su programa, al finalizarlo, el público quedó en silencio, fueron unos segundos interminables a los que siguieron unos aplausos en principio dubitativos pero que poco a poco fueron tomando fuerza hasta convertirse en un verdadero clamor. Como se dice en su biografía “en muchas versiones se tiene la emoción de una excelente representación de una excelente canción; cuando Billie cantaba se tenía la emoción directamente de los pies del árbol".

Billie solía reservar esta canción para cerrar sus actuaciones; llegado ese momento se apagaban todas las luces a excepción de un foco que iluminaba a la cantante, que iniciaba su actuación con los ojos cerrados. Nada más terminar la canción se retiraba del escenario, lo dejaba vacío y solo quedaba la incómoda quietud, sin música, dejando claro que la actuación había acabado. Solía escoger cual era el publico que merecía ser regalado o castigado con esta canción, según lograra empatizar con él, o necesitara provocarlo al ser consciente de que sus ideas estaban aun encapuchadas de blanco, así decía "Esta canción consigue que la gente que está en orden se separe de los cretinos y los idiotas”. 

En alguna ciudad del sur como Mobile (Alabama) fue perseguida hasta salir del estadio, solo por intentar cantar la canción. Y es que la mala conciencia no gusta ser despertada. Nadie se encuentra cómodo enfrentado a sus propias miserias, más aún cuando son de este calibre. Todavía hoy es una canción que no se prodiga mucho en las ondas. 

Pastoral escena del galante sur / los ojos abultados, la boca torcida / el aroma de las magnolias, dulce y fresco / y de pronto el olor de la carne quemada.

Abajo os dejo el video de Lady Day cantando este tema, con el regalo de los subtítulos en español.


Strange Fruit

viernes, 23 de mayo de 2014

Hora de dormir... ¿en buena compañía?



"Comentaba Alfred Hitchcock que en un cementerio de Londres, junto a una tumba de un compañero muerto en la II Guerra Mundial, se reunieron varios actores. 
Uno de ellos pregunto al viejo Charlie Coborn, actor de music-hall: 
- ¿Cuántos años tienes?
- "Ochenta y nueve" contestó, a lo que el el otro le respondió
-"¿Realmente crees que vale la pena volver a casa?"

Sirva esta anécdota, un tanto ligera, que relataba Adolfo Bioy Casares en su libro "De jardines ajenos" para dar algún contenido a la sensacional foto que la acompaña. En ella podemos ver a varios de los grandes dioses del cine de terror y misterio, acomodándose en ataúdes para echar una cabezadita. Alli vemos charlando antes de "dormir" a Vicent Price, Boris Karloff, Basil Rathbone y por detrás en segunda fila al genial Peter Lorre. Curiosamente falta el más aficionado a los ataúdes, incluso en la vida real, el sensacional Bela Lugosi, pero aún asi la foto supongo que será del gusto de todos los buenos aficionados del cine.






miércoles, 21 de mayo de 2014

Perdido ando, señora, entre la gente. Poema de Bernardo de Balbuena




Perdido ando, señora, entre la gente
sin vos, sin mí, sin ser, sin Dios, sin vida:
sin vos porque de mí no sois servida,
sin mí porque con vos no estoy presente;

sin ser porque del ser estando ausente
no hay cosa que del ser no me despida;
sin Dios porque mi alma a Dios olvida
por contemplar en vos continuamente;

sin vida porque ausente de su alma
nadie vive, y si ya no estoy difunto
es en fe de esperar vuestra venida.

¡Oh bellos ojos, luz preciosa y alma,
volved a mirarme, volveréisme al punto
a vos, a mí, a mi ser, mi dios, mi vida!


Bernardo de Balbuena, (Valdepeñas (Ciudad Real) 20 de noviembre de 1562 - San Juan de Puerto Rico, 11 de octubre de 1627) fue un religioso y poeta español, que marchó con 22 años a América donde fue nombrado Obispo de San Juan de Puerto Rico, ciudad en cuya sede episcopal creo una biblioteca que junto con la mayor parte de su obra, fue destruida en 1625 durante un ataque de los holandeses. 

Desconozco el autor y título de la fotografía.

jueves, 15 de mayo de 2014

Medio millón de visitas al blog



No os negaremos que desde hace tiempo nos hace mucha más ilusión publicar en nuestro blog que en Facebook, lugar donde inicialmente empezamos, sobre todo por la evidente decisión de Facebook de no dar el suficiente eco a nuestras entradas, al menos como lo hacía antes, al puritanismo rancio que provoca una nada deseable autocensura para evitar bloqueos y su evidente ansia de negocio. Pero también porque en el blog todo se lee con mayor comodidad, permite resaltar textos, insertar fotos de forma más atractiva y otros contenidos que hacen que las entradas se muestren más dinámicas. Es por eso que necesariamente debamos de estar de enhorabuena por haber alcanzado la cifra de 500.000 entradas en el mismo. No somos muchos por aquí, solo 429 seguidores, pero os podemos asegurar que vuestra presencia e interés es más que suficiente para que el proyecto cultural que emprendimos ya hace algún tiempo siga adelante. Así que mil gracias a cada uno de los que nos seguís. Puede que algún día dejemos de estar en facebook, puede ser... pero siempre seguiremos en el blog. ¡A por el millón!

martes, 13 de mayo de 2014

Fragmento de "Cómo sobrevivir con 36.000 dólares al año" - Francis Scott Fitzgerald

Francis Scott Fitzgerald y su esposa Zelda 


"Mi mujer y yo nos casamos en Nueva York en la primavera de 1920, durante la época en que los precios alcanzaron las cotas más altas que jamás haya conocido la humanidad. A la luz de los acontecimientos posteriores parece apropiado que nuestra andadura empezase en ese preciso momento de la historia. Acababa de recibir un cheque importante del cine y me sentía un tanto condescendiente con los millonarios que recorrían la Quinta Avenida en sus limusinas: y es que a mis ingresos les había dado por duplicarse todos los meses. Era cierto, llevaban varios meses así (en agosto del año anterior solo había ganado 35 dólares, mientras que aquel mes de abril iba ya por los 3000), y todo apuntaba a que seguirían siempre la misma tónica; al cabo del año alcanzarían el medio millón. Desde luego, tal y como estaban las cosas ahorrar parecía una pérdida de tiempo. Resolvimos, pues, mudarnos al hotel más caro de Nueva York con la intención de esperar allí sentados a acumular un dinerito para irnos de viaje al extranjero.

Para no alargarme diré que no llevábamos ni tres meses casados cuando un día descubro para mi horror que no me queda ni un dólar en el mundo mundial y al día siguiente hay que pagar la factura semanal del hotel por valor de 200 dólares.

Me acuerdo de los sentimientos encontrados que experimenté al salir del banco tras oír las nuevas.

-¿Qué pasa? - me preguntó mi mujer, angustiada, cuando me reuní con ella en la acera-. Tienes mala cara.
-No tengo mala cara -conteste alegremente-. Tengo cara de sorpresa, eso es todo. No nos queda dinero.
- No nos queda dinero - repitió con calma, y echamos a andar por la avenida en una especie de trance-. Bueno, pues vámonos a ver una peli -sugirió jovial.

Todo resulto tan apacible que no me vine abajo ni por un momento. El cajero ni siquiera había puesto cara de reproche. Había entrado y le había preguntado: "¿Cuánto dinero tengo?". Y él había consultado un mamotreto de libro y me había contestado: "Nada".

Eso había sido todo. No hubo ni malas palabras ni desaires. Y yo sabía que no había de que preocuparse. Me había convertido en un escritor de éxito, y cuando los escritores de éxito se quedan sin dinero lo único que tienen que hacer es tirar de chequera. Yo no era pobre; a mi no me la daban. La pobreza suponía estar deprimido, vivir en un cuartucho de un barrio perdido y comer del asador de pollos de la esquina, mientras que yo… ¡anda ya, era imposible que yo fuese pobre; vivía en el mejor hotel de Nueva York!

(…) Esta crisis en particular pasó a la mañana siguiente, cuando la revelación de que los editores a veces conceden anticipos por los derechos me hizo ir corriendo a ver al mío. La única lección que aprendí, por tanto fue que por lo general acababa sacando dinero de algún sitio cuando lo necesitaba y, en el peor de los casos, siempre podía pedirle prestado a alguien."



Este fragmento pertenece al cuento "Como sobrevivir con 36.000 dólares al año" y lo escribió Francis Scott Fitzgerald en 1924, en tono autobiográfico, en una época en la que se veía atenazado por las deudas y en la que como último recurso tuvo que recurrir a escribir relatos para la prensa. En seis meses de trabajos forzados escribió once pequeñas historias con las que ganó 17.000 dólares. No era un género principal para él, que prefería volcarse en las novelas pero en más de una vez fue el que le sacó las castañas del fuego, gracias a que su gran talento y la fama alcanzada hacía que los grandes periódicos se lo rifasen. Para hacernos una idea del valor del dólar de entonces comparado con el de ahora, se hace una curiosa comparación en un añadido que el librito de la colección Gallo Nero incluye al final de los dos cuentos de Fitzgerald que incluye y en el que se reseña los datos fiscales del escritor. En este estudio, firmado por William J. Quirk, se afirma que la renta anual media del autor del "El gran Gatsby" rondaba de 24.000 dólares anuales, con picos de 58.000 y bajos de 10.000. ¿Pero era eso mucho dinero?. La verdad es que sí. Para hacernos una idea, un coche de lujo de aquella época, un Packard Single 6 costaba 2975 dólares, mientras que coche equiparable en lujo actualmente sería un Mercedes 555S, que vale unos 90.000 dólares, osea 30 veces más. Siendo comedidos podríamos rebajarlo a 20 veces con lo cual los 24.000 dólares anuales que Scott Fitzgerald ganaba entonces equivaldrían a 500.000 de los de ahora, con la salvedad de que los impuestos eran muchísimos menores. No me extraña que llevara el tren de vida que llevaba. Por cierto el otro cuento que incluye el librito se llama: "Cómo sobrevivir con casi nada al año"

lunes, 12 de mayo de 2014

Carmen Rubio López.- Anochece




Sigue la tarde, más y más, cayendo;
dejad que tense espacio
malva con sus pupilas;
que rueden sus molares, que se cubra
la piel de decadencia y promesas de niño.

Escuchad su latir -ya insostenible-
convocador de vientos
que inciden en el hombre derecho de occidente.
Cruje su amarillez, su lino anclado,
su carne de horizonte redondo como un pecho
todavía en equilibrio.

Va a levantar la noche cual pájaro gigante,
para envolver, ahogar,
estrangular la luz con su esfera reciente
que nos trae un palor en ovillo
por el rincón del frío.

Dejad que se equilibren los colores,
que se crucen de peces que aspiran a relámpago.
Dejad que el brillo-acero horade las gargantas,
que se aduerma de tierra
y se deslice cautamente en el paisaje.

Se desploma poniente
en un lecho de arcilla no previsto.
Ni una ladera arriesga respirar a deshora.
Ya no se reconoce
la rama equidistante.



Del libro "Desván de la memoria"
Premio "José Antonio Ochaíta"
Diputación Provincial de Guadalajara


Imagen: John Atkinson Grimshaw.- Wharfedale

viernes, 9 de mayo de 2014

Fragmento de "La casa de las bellas durmientes" - Yasunari Kawabata



"Su serena respiración era más lenta que la de Eguchi. De vez en cuando el viento pasaba sobre la casa, pero ya no tenía el sonido de un invierno inminente. El bramido de las olas contra el acantilado se suavizaba al aproximarse. Su eco parecía llegar del océano como música que sonara en el cuerpo de la muchacha y los latidos de su pecho y el pulso de ella le servían de acompañamiento. Al ritmo de la música, una mariposa pura y blanca danzó sobre sus párpados cerrados. Retiró la mano de la muñeca de ella. No la tocaba en ninguna parte. Ni la fragancia de su aliento, ni de su cuerpo, ni de sus cabellos era fuerte"


Yasunari Kawabata (1899 - 1972) fue el primer novelista japonés en ganar el premio Nobel de Literatura en 1968. 
          La obra de la que arriba dejamos un fragmento, "La casa de las bellas durmientes", fue escrita en 1961, y narra la historia del viejo Eguchi, un anciano solitario que es invitado a una posada atendida por otra mujer mayor, en la que los hombres de edad pagan por dormir con bellas muchachas que previamente han sido adormecidas. El fin buscado, según nos aclara el propio Eguchi, es revivir los recuerdos que puede producir la cercanía de la juventud, algo que en el le provoca una cascada de recuerdos sobre su vida, el amor, la muerte, la juventud y la pérdida.

jueves, 8 de mayo de 2014

El Club de los cinco (The Breakfast club; John Hughes, 1985)




"Y estos niños a los que escupís mientras tratan de cambiar sus mundos, son inmunes a vuestras consultas, pero son conscientes de cuanto está pasando”.

David Bowie


"Cuando crecemos se nos muere el corazón"

Dedica un poco menos de tiempo a intentar hacer algo de ti mismo y un por menos a intentar impresionar a los demás.


"¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú? ¿Quiénes sois vosotros? Yo soy la chispa de la vida"



“Querido señor Vernon, admitimos el hecho de tener que quedarnos castigados todo un sábado por habernos portado mal. Lo que hicimos no estaba bien hecho, pero pensamos que esta usted loco al intentar forzarnos a escribir un ensayo explicándole quienes creemos ser. A usted eso le importa poco, porque usted siempre nos ve como quiere vernos. En pocas palabras, la definición más conveniente sería que usted ve en nosotros: un cerebro, un atleta, una inconformista, una princesa y un criminal. ¿Correcto? Y a las siete de esta mañana nosotros nos veíamos como cerebros lavados. ”

Sinceramente:

El club de los cinco


"- ¿Te llevas bien con tus padres?
- A ver ¿Si digo que sí soy idiota ¿no?
- Eres idiota de todas formas, pero si dices que te llevas bien con tus padres eres un mentiroso también"


"-Claire: ¿cómo te llamas?
- John Bender:¿cómo te llamas tú?
- Claire: Claire
- John Bender: ¿Claire...?
- Claire: Claire es nombre francés.
- John Bender: es nombre de niña gorda.
- Claire: muchas gracias.
- John Bender: de nada.
- Claire: yo no estoy gorda.
- John Bender: todavía no, pero ya te veo camino de la máxima densidad. Mira, no sé si te has dado cuenta pero hay dos clases de gordos: los que han nacido para ser gordos y los que han sido delgados y se vuelven gordos. Y, a esos, cuando los miras, ves dentro de ellos a un ser flaco. Y tú te vas a casar. Vas a echar al mundo a alguna que otra criatura y luego.... (se infla la boca)
- Claire: (le muestra el dedo índice).
- John Bender: oh... obsceno gesto para tan casta doncella.
- Claire: yo no soy tan casta.
- John Bender: ¿eres virgen? Te apuesto un kilo de dólares a que lo eres. Acabemos el suspense. ¿Te vas a casar por la Iglesia, de blanco?
- Claire: ¿por qué no te callas?
- John Bender: ¿alguna vez has besado a un chico en la boca? ¿Alguna vez te han toqueteado por encima del sostén, bajo la blusa y tú sin zapatos, rogando a Dios que no se presentasen tus viejos.
- Claire: ¿quieres que vomite?
- John Bender: las braguetas fuera, sin sostén, la blusa desabrochadas y los vaqueros hechos una pelota en el asiento delantero después de una fiesta."




Fragmento de "Memoria de mis putas tristes" - Gabriel García Márquez




"Gracias a ella me enfrenté por vez primera con mi ser natural mientras transcurrían mis noventa años. Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiaco. 

Me volví otro. Traté de releer los clásicos que me orientaron en la adolescencia, y no pude con ellos. Me sumergí en las letras románticas que repudié cuando mi madre quiso imponérmelas con mano dura, y por ellas tomé conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados. Cuando mis gustos en música hicieron crisis me descubrí atrasado y viejo, y abrí mi corazón a las delicias del azar.

Me pregunto cómo pude sucumbir en este vértigo perpetuo que yo mismo provocaba y temía. Flotaba entre nubes erráticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusión de averiguar quién soy. Era tal mi desvarío, que en una manifestación estudiantil con piedras y botellas, tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad: Estoy loco de amor"


domingo, 4 de mayo de 2014

MAHMUD DARWISH: A mi madre






Añoro el pan de mi madre,

El café de mi madre,

Las caricias de mi madre...

Día a día,

La infancia crece en mí

Y deseo vivir porque

Si muero, sentiré

Vergüenza de las lágrimas de mi madre.



Si algún día regreso, tórname en

Adorno de tus pestañas,

Cubre mis huesos con hierba

Purificada con el agua bendita de tus tobillos

Y átame con un mechón de tu cabello

O con un hilo del borde de tu vestido...

Tal vez me convierta en un dios,

Sí, en un dios,

Si logro tocar el fondo de tu corazón.



Si regreso. Tórname en

Leña de tu fuego encendido

O en cuerda de tender en la azotea de tu casa

Porque no puedo sostenerme

Sin tu oración cotidiana.

He envejecido. Devuélveme las estrellas de la infancia

Para que pueda emprender

Con los pájaros pequeños

El camino de regreso

Al nido donde tú aguardas.





Traducido del árabe por: María Luisa Prieto



Imagen: Gustav Klimt.- Las tres edades de la mujer (Detalle)

Fragmento de "El desencantado" - Budd Schulberg



¿Cuál es la palabra adecuada para esa sonrisa falsa que se enseñan el uno a la otra?, se preguntó Halliday. (...) Casi toda su vida había podido ser grosero con la gente que le era indiferente; la obligación de ser educado con todo el mundo por si acaso, porque, quién sabía, tarde o temprano alguien podía serle útil, suponía una grave violación de la libertad, pensó Halliday. Solo los aristócratas y los vagabundos se permitían el lujo de ser groseros"

"El desencantado" (1950) es un sensacional libro del neoyorkino Budd Schulberg (1914-2009), famoso escritor norteamericano que creció en el mundillo del cine y en el que también hizo sus pinitos como guionista; suyos son los guiones de películas como "La ley del silencio", "Más dura será la caida" o "Un rostro entre la multitud".

En el libro se recoge con fina maestría una imagen muy real de los años dorados del cine y de las peripecias que vivió cuando le encargaron escribir un guión mano a mano con Francis Scott Fitzgerald, del que realiza un interesantísimo retrato de sus años de decadencia a través del personaje basado en él, Manley Halliday. 


La fotografía es obra del gran Arthur H. Fellig, más conocido como Weegee y tiene por título "La crítica" (1943)