viernes, 18 de noviembre de 2016

Grandes escenas del cine: "El silencio de los corderos"




Hannibal Lecter: Agente Starling, ¿cree que puede diseccionarme con ese burdo instrumento?

Clarice Starling: No…yo…yo he pensado que quizás podría…

H. L: Es muy ambiciosa, ¿verdad? ¿Sabe que aspecto tiene con ese bolso bueno y esos zapatos baratos? Tiene aspecto de hortera. Aspecto de hortera apañada y con cierto gusto. La buena alimentación le ha proporcionado una constitución fuerte, pero solo una generación la separa del hambre, ¿no es cierto agente Starling? Y ese cutis que quisiera disimular… Es el típico cutis de una campesina… ¿A qué se dedica su padre? ¿Es minero de carbón? ¿Apesta a lámpara de carburo?  Sé que era usted una presa fácil para los chicos. Se dejaba sobar en los asientos traseros de los coches, soñando solo con escapar de allí, con ir a donde fuera… y así fue cómo llegó al FBI.

C. S: Adivina muchas cosas, pero, ¿será capaz de dirigir esa gran intuición hacia usted mismo? ¿Qué me contesta? ¿Por qué no se mira a si mismo y escribe lo que ve? O quizá le da miedo.

H. L: Uno del censo intentó hacerme una encuesta. Me comí su hígado acompañado de habas y un buen chianti. Vuela a la Escuela pajarillo. Vuela, vuela, vuela… vuela, vuela, vuela…

Aunque en el pasado hubo otras películas de terror que merecieron ser premiadas, "El silencio de los Corderos" (1991 - Jonathan Demme) es el único film de este género que ha logrado el Oscar a la mejor película y una de las tres únicas obras que han conseguido los cinco Oscar principales: mejor película, mejor director, mejor guión y mejor actor y Actriz principal, resultando las otras dos "Sucedió una noche" (1934 . Frank Capra) y "Alguien voló sobre el nido del cuco" (1974 - Milos Forma). No nos cabe duda de que mucha culpa de ese reconocimiento y de su apabullante éxito la tuvo Hannibal Lecter, ese fascinante personaje que se convirtió en uno de los villanos más intimidantes de la historia del cine y al que le daba vida un soberbio Antohony Hopkins, que con esa mezcla de exquisito refinamiento y crueldad desmedida ante lo burdo o lo zafio es capaz de helarnos la sangre. Un sujeto que es capaz de almorzarse a un músico de una orquesta por desafinar en la interpretación de una obra que el intentaba disfrutar, un atropello a la belleza que por supuesto resultaba del todo imperdonable a los ojos (y oídos) de Hannibal Lecter y merecedor con creces de una buena y elaborada receta que pusiera orden en la orquesta. Jodie Foster está también sublime en su papel, por el que tuvo que luchar arduamente para conseguirlo. No cabe duda de que uno de los momentos cumbres de la película (y hay muchos buenos) es el encuentro entre estos dos grandes actores y sus no menos grandes personajes, momento al que pertenece la escena de la que dejamos arriba parte del dialogo y ahora a continuación el vídeo, para recordar como intentaba Anibal recordar el sabor de aquel suculento plato de higado con habas y el chianti. Vuela, vuela, vuela, vuela...





FICHA DE LA PELÍCULA:

Título original: The Silence of the Lambsaka 
Año: 1991
Duración: 115 min.
País: Estados Unidos
Director: Jonathan Demme
Reparto: Jodie Foster, Anthony Hopkins, Scott Glenn, Ted Levine, Anthony Heald, Diane Baker, Brooke Smith, Tracey Walter, Kasi Lemmons, Chris Isaak, Charles Napier, Roger Corman, Frankie Faison, Paul Lazar, Daniel von Bargen, Cynthia Ettinger

Guión: Ted Tally (Novela: Thomas Harris)
Música: Howard Shore
Fotografía: Tak Fujimoto
Premios:
1991: 5 Oscars: Película, director, actor (Hopkins), actriz (Foster), guión adaptado.
1991: Globos de Oro: Mejor actriz drama (Foster). 5 nominaciones
1991: 2 Premios BAFTA: Mejor actor (Hopkins) y actriz (Foster). 9 nominaciones


Las imágenes han sido tomadas de las siguientes páginas: